Los retos económicos de los millennials

Hoy enfrentan el agotamiento de casi todos los modelos institucionales en casi cualquier actividad.

Hoy enfrentan el agotamiento de casi todos los modelos institucionales en casi cualquier actividad.

04 de agosto de 2017

La generación de los llamados millennials, las personas nacidas aproximadamente a principios de los años 80 y hasta el 2004, son frecuentemente criticados por las generaciones de mayor edad. Muchas de las críticas se refieren a que son una generación profundamente hedonista y centrada en la satisfacción del aquí y ahora. La frase You Only Live Once* (abreviada como YOLO) o “sólo se vive una vez” es usada como el ejemplo de una visión cortoplacista y que parece no reconocer las necesidades de prever los retos del futuro.

Sin embargo, se trata de una de las generaciones que en los últimos 80 años ha enfrentado los retos más complejos en casi todos los temas.

Si bien efectivamente gozan de beneficios asociados a la disposición de más tecnología que ninguna generación previa, la realidad es que hoy en día enfrentan el agotamiento de la mayoría de los modelos institucionales en casi cualquier área de la actividad humana.

Contextos a los que se enfrentan

En lo político, enfrentan instituciones de las cuales, con evidencia probada, existen razones probadas para no confiar en ellas. Perciben cotidianamente el limitado alcance transformador que tienen esas instituciones y su actual incapacidad para canalizar las necesidades de cambio de buena parte de la sociedad. El acceso a tecnología tiene como contraparte que muchos empleos se pierden precisamente por el avance de la misma.

En lo económico, enfrentan modelos que desde hace décadas muestran ser ineficientes. El nivel de desigualdad es grave y hoy por hoy, la mayoría de los jóvenes del mundo enfrenta condiciones de inserción al mercado laboral extraordinariamente negativas.

Los salarios de acceso de un joven profesional al mercado laboral son, en términos reales, de los más bajos de la historia reciente y están en niveles que claramente no alcanzan a satisfacer las necesidades de jóvenes que aspiran de manera legítima tener el mismo nivel de bienestar que tuvieron sus propios padres.

Existe un propuesta de modelo demográfico desarrollada por Howe y Strauss, que plantea que existe una crisis actual porque periódicamente se repiten ciclos en los que una generación enfrenta el rompimiento de los modelos existentes previos. De acuerdo con dicho modelo, los millennials enfrentan precisamente ese quiebre y son ellos los que estarán pagando los costos hacia el futuro.

Pero si bien el panorama es en muchos sentidos desalentador, ello no debe eximir de la responsabilidad individual que tienen los jóvenes para que, en medio de un entorno adverso, busquen establecer condiciones que, en cada caso, les permitan enfrentar de mejor manera este complejo escenario futuro.

Para muchos, los modelos tradicionales de educación muestran su agotamiento, pero sin dejar de tener algo de razón, la realidad es que la educación sigue siendo el único vehículo para mejorar las condiciones de vida en el futuro.

Evidentemente, distintas áreas del conocimiento humano requieren de adecuaciones diferentes, pero la educación es y continuará siendo indispensable para el desarrollo profesional de cada joven en el futuro.

Visión a futuro

Entendiendo que, ante un entorno incierto en el que se tiene desconfianza en las instituciones económicas políticas y sociales, la necesidad de prever es fundamental.

Hoy, además, los jóvenes están alejados de muchos procesos en los que desconfían, pero en los cuales conviene llevar su voz para ejercer los cambios que en el futuro les favorezcan.

De no hacerlo, de seguir manteniendo una visión de corto plazo, estarán no sólo siendo afectados por un entorno que ellos no crearon, sino además estarán dejando ejercer su responsabilidad personal para mejorar la probabilidad de alcanzar el bienestar financiero futuro.

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